lunes, 23 de marzo de 2009

Los 9 eneatipos




Haré una breve descripción del los nueve eneatipos según las enseñanzas de Claudio Naranjo mencionando principalmente algunas actitudes o palabras claves que los identifican.



Eneatipo I
Pasión: Ira
Fijación: Perfeccionismo
Bajo la apariencia de virtud es como la ira inconsciente encuentra su forma de expresión más característica. Como defensa mantiene la inconsciencia de los mecanismos destructivos o pasivos mediante una búsqueda consciente de la bondad y de una actitud antihedonista. La manifestación más específica de la experiencia emocional de la ira es el resentimiento. Rechaza lo que es, en función de lo que siente y piensa que debería ser. Transforma el querer en deber ser. Virtuoso compulsivo. Rígido, civilizado, de buenos modales, crítico, exigente, dominante, asertivo, perfeccionista, controlado, autocrítico, disciplinado. Orientados hacia la ley y el orden. Disposición "puritana" de oponerse al placer y al juego del instinto. Preocupación excesiva por la forma y el detalle.



Eneatipo II

Pasión: Orgullo

Fijación: Falso amor

Pasión por el autoensalzamiento, se cree más de lo que es; engrandecimiento de la propia imagen. Se apoya en un proceso emocional de enamorarse de sí mismo a través de la identificación con la autoimagen glorificada y reprime la imagen desaprobada. Es fundamental la estrategia de dar, al servicio tanto de la seducción como de la autoelevación. Generosidad egocéntrica. Falso amor. Manipulador. Seduce emocionalmente. Necesita ser el centro de atención, exige privilegios. Impulsivo y arrogante. Histriónico. Puede ser tanto dulce como agresivo. El eneatipo II esconde una profunda necesidad de ser amado. Puede entenderse como el resultado de una frustración amorosa temprana asociada a una pérdida del apoyo en la experiencia propia del valor personal. Hedonista. Asertivo en manifestar sus deseos, superficial, calido, sensible y con frecuencia antintelectual. Existe una "emocionalización" que facilita el proceso de distraer la atención de la conciencia de necesidad o, más exactamente, de "la representación intelectual del instinto".



Eneatipo III

Pasión: Vanidad
Fijación: Engaño-apariencia
Preocupación apasionada por construir una imagen ideal de sí mismo en vez de una verdadera personalidad. Viven para los ojos de los demás. Son alegres y se movilizan para demostrar objetivamente su valor. Buscan el éxito y la eficiencia. Les atrae el conocimiento académico, el brillo y el prestigio. Falta de veracidad en relación a los sentimientos sobre todo aquellos que consideran inaceptables; solo reconocen y expresan los "sentimientos correctos". Simuladores, camaleónicos. Están identificados con la buena imagen. Son los que tienen mejor marketing. Interés característico por la exhibición, hasta el punto de la autofalsificación, es la necesidad de atención y de ser visto que se frustró en el pasado y que busca ser satisfecha mediante el cultivo de la apariencia. Pragmático, frío, fanfarrón, calculadores y pueden utilizar a los demás y a sí mismos para escalar posiciones sociales. Hipervigilantes, controladores, como una forma tensa de enfrentar la vida en vez de ceder a la "autoregulación organísmica".



Eneatipo IV

Pasión: Envidia
Fijación: Insatisfación
"El estado emocional de la envidia implica un doloroso sentimiento de carencia y un ansia por aquello cuya falta se percibe. La situación supone un sentido de la bondad como algo exterior a uno mismo, que debe ser incorporado". Preocupación excesiva por la imagen de sí mismo. Identificado con esa parte de la psique que no consigue ajustarse a la imagen idealizada y está siempre procurando lograr lo inalcanzable.Entendemos la esencia de la envidia como un deseo excesivamente intenso de incorporación de la "buena madre", que puede manifestarse no sólo como hambre de amor, sino como una voracidad o avidez más generalizada.Autoimagen pobre. Concentrado en el sufrimiento. Necesita conmover. Arrogante y competitivo. Inclinado hacia el refinamiento, delicado, elegante, sensible. Fuerte superego, tenaz. Emocional sobre todo en relación al sufrimiento. Romántico. Adicto al amor y la dedicación a los demás. Sienten odio intensamente. Cordiales, sacrificados.

Eneatipo V
Pasión: Avaricia

Fijación: Desapego
La actitud de la avaricia por lado es contenerse y dominarse y por el otro es abandonar demasiado rápido. Renuncia al amor y las personas. Perfeccionista, más que crítico con el mundo externo. Introvertido. Indiferente, aislado, autista y esquizoide. Hipersensibles y fríos al mismo tiempo. Solitarios. Conectado sobre todo a su experiencia interna. Aferramiento al contenido presente de la mente. Evitación del compromiso en las relaciones como una expresión del no dar, puesto que obedece ala evitación de tener que dar en el futuro. Búsqueda de lo absoluto. Distante emocionalmente. Poco intercambio en las relaciones, acostumbrado a estar solo, aislado, desapegado. Miedo a ser engullido, "tragado por los demás". Sensible ante la invasión. Evita la acción y la expresión disminuyendo la capacidad de experimentar el placer. Compulsivo en el guardar. Idea de que tiene poco y si da se le puede terminar. Orientado al conocimiento, sustituye el vivir por el leer. Interrumpe el curso de la vida al servicio de la evitación del sentimiento.

Eneatipo VI
Pasión: Miedo
Fijación: Acusación

Más característico que el miedo y la cobardía es la presencia de la ansiedad, derivado del miedo que puede caracerizarse como miedo sin la percepción de peligro externo o interno. Evitador profesional, organizado. Ambivalencia afectiva amor-odio. Dificultad para establecer vínculos a la par. Conflictivo en relación a la autoridad (autoridad autoritaria). Desconfiado y suspicaz respecto de la gente. Corporalmente rígido con dificultad para relajarse. Hiperactivo, hipersensible sobre todo al rechazo, a la humillación. Dudan y postergan la acción. Buscan la claridad de las reglas y normas. Suelen preocuparse innecesariamente por hechos que tal vez no sucedan nunca. Detectores de problemas. Miedo al cambio, a cometer errores, miedo a lo desconocido, miedo a la soledad en un mundo amenazante, miedo a la traición y miedo a amar. Inseguros. Hipervigilantes, quieren tener todo bajo control. Buscan significados ocultos, señales, etc. El miedo vuelve al cobarde incapaz de estar seguro para actuar, de modo que nunca está seguro, no tiene la certeza. Lógico, devoto de la razón.

Eneatipo VII
Pasión: Gula
Fijación: Autoindulgencia

El glotón es alguién que se acerca al mundo mediante la estrategia de las palabras y las "buenas razones". Autoindulgente. Seductor con el intelecto. Afable. Hedonista. Apasionado por el placer. Estratega y manipulador para lograr su propio placer. Intrigante. Una máscara que esconde ansiedad, una suavidad que esconde la agresión y una generosidad que esconde la explotación. Psicópata dulce. Mediante su gran encanto el glotón puede hechizar a los demás e incluso a sí mismo. Evitan el sufrimiento y construyen mundos privados. La frustración se esconde tras el entusiasmo. Niño encantador. Inteligente. Su búsqueda de experiencia los lleva de un presente insuficiente a un futuro prometedor. Permisivos consigo mismos y con los demás que a veces se convierte en complicidad cuando sintonizan con los vicios de los otros. Rebeldes, diletantes poco disciplinados.Viven el aplazamiento del placer como una falta de amor.

Eneatipo VIII
Pasión: Lujuria

Fijación: Castigo
Es la más visible de las pasiones. Carácter fuerte y de mentalidad dura. Lujuria en tanto pasión por el exceso. El lujurioso va en busca de la intensidad en la vida. Impulsivo y hedonista. "Placer de luchar por el placer". Supermasculino e insensible. Puede ser vengativo y sádico. Justiciero, toma la justicia por mano propia, pendenciero, antisocial. Poco profundidad emocional. Piensa poco, siente poco. Actúa, es una persona de acción. Toma del mundo lo que quiere sin pedir permiso. En el pasado le tocó a el sufrir humillaciones y limitaciones de manos de unos padres tiránicos o descuidados, así ahora le corresponde volver las cosas del revés y darse a sí mismo placer, aún a costa del sufrimiento de los demás. Puede ser castigador, explotador y hostil. Rebelde con una fuerte oposición a la autoridad (frente a la autoridad del padre) y un menosprecio de los valores tradicionales. Frontal y directo para plantear las cosas. Seductor, fanfarron y embaucador. Rechaza la dependencia, la ternura es vista como signo de debilidad.



Eneatipo IX

Pasión: Indolencia-pereza

Fijación: Olvido

Pereza de la psique y del espíritu. Falto de pasión. Sobreadaptado, que vive a través de las necesidades de los demás. Desconoce sus propias necesidades por falta de interioridad. Distraído, confuso y poco participativo. Fiable y generoso. Es un individuo que adopta la estrategia de jugar a estar muerto para permanecer vivo. Amable, cordial, dispuesto a ayudar, comprender y confortar. No le interesa sobresalir y brillar. Es de un accionar robotizado por falta de interioridad. Vive en confluencia con los otros. No puede decir "yo". Evita confrontar, diferenciarse. Puede ser terco, resistencia pasiva. Le cuesta tomar una posición personal en la vida. Accionan sin saber qué necesitan. Dificultad para imaginar y profundizar, pereza intelectual. Demasiado concretismo y literalidad. Vive simbióticamente con la familia, la nación, el equipo, etc.



Comentarios finales

El eneagrama no es una suma de números.

El símbolo es un Mandala circular indivisible en constante movimiento.

Es un todo -gestalt-estructura-.
El propósito del trabajo no es pegarse un número en la espalda, ni hacer calzar una tipología, más neurosis.
La finalidad de la tarea con estas enseñanzas es para poder salir de ese "oscurecimiento óntico" que nos impide darnos cuenta de que estamos ciegos, dormidos pensando que estamos despiertos y así poder "Ser". "Lo que cura es Ser".

El trabajo inspira a mirar para adentro y a tomar responsabilidad. Alienta a que cada uno pueda hacer su propio autodiagnóstico.

Es un antiquísimo y sofisticado sistema de autoconocimiento.

Dentro de nosotros tenemos los nueve eneatipos y por otro lado uno de ellos predomina. Y dentro de esos nueve cada uno a su vez incluye tres subtipos, o sea que son veintisiete tipos de carácter.

Los verdaderos maestros como Gurdjieff, Ichazo o Naranjo lo incluyen dentro de sus enseñanzas como parte de una totalidad que funciona dinámicamente, "el todo es más que la suma de sus partes".
El eneagrama se aprende dentro de un contexto, en grupo, con alguién que "sabe" sobre el tema y su estudio es un camino de extraordinaria riqueza.

Cuanto mayor es el autoconocimiento, mejores son las posibilidades de un cambio consciente.
El propósito del trabajo terapéutico es "buscar la verdad".
El eneagrama es una sutil y poderosa herramienta para lograr este propósito.



Y la actitud para acompañar ese proceso es el amor...
la compasión ante el sufrimiento.

domingo, 22 de marzo de 2009

viernes, 20 de marzo de 2009

El Eneagrama



El modelo del eneagrama se aplica para delinear los procesos cosmológicos y el desarrollo de la conciencia humana. Se trata de un diagrama (estrella de nueve puntas) que puede ser utilizado para trazar el proceso de cualquier acontecimiento. El propósito principal de este instrumento es reconocer nuestra compulsión y aprender a trabajar sobre ella, con el fin de lograr nuestra sanación. Es un viaje de autoconocimiento, ya que se trata de un instrumento que revela la personalidad y que bien empleado puede convertirse en guía de desarrollo personal.
¿Quién soy? Esta es una pregunta que nos hacemos frecuentemente y aunque parezca simple de contestar, requiere un conocimiento profundo de nosotros mismos. Un instrumento que sirve para ello es el eneagrama, que da respuesta a las interrogantes de carácter espiritual que el hombre se plantea desde que empezó a razonar, y que al integrar creativamente la espiritualidad con los aportes de la psicología, ha favorecido su conocimiento y utilización como herramienta privilegiada para el autoconocimiento, el acompañamiento formativo, la dinámica de grupos y el trabajo en equipo.
La palabra "enneagramma" es de origen griego y significa nueve puntas. Alude al símbolo caracterizado por una circunferencia con nueve puntos de referencia. Sus orígenes parecen remontarse a más de dos mil años y lo desarrollaron los sufis, musulmanes piadosos que profundizaron su relación con Dios a través de la oración. Esta teoría de personalidad se afianza en una tradición religiosa que integra la psicología de la espiritualidad, quizás esa sea la razón por la que la han ido adoptado psicólogos y religiosos.

Se trata de un itinerario de conocimientos tanto en lo psicológico como en lo espiritual. Junto con él vamos descubriendo nuestras fortalezas y debilidades y en base a eso podemos ir haciendo el propio camino de crecimiento en un relativamente corto período de tiempo.
Por otra parte, con el eneagrama se pueden descubrir muchos detalles importantes, a veces omitidos por nosotros en nuestra personalidad, por lo que se requiere de un trabajo comprometido y a conciencia para poder aprovechar al máximo la oportunidad de autoconocimiento que brinda.

Como teoría de personalidad, el eneagrama es un instrumento para clarificar la verdad sobre sí mismo. No es un oráculo, más bien ofrece claves para entender los secretos de la personalidad.
Si bien no elegimos nuestra personalidad, al ir haciéndonos conscientes de ella y aceptarla, con el tiempo nos daremos cuenta de que a pesar de que a lo largo de la vida no cambia nuestra esencia, podremos operar sobre sus características a voluntad.

Como nuestra intimidad se debe cuidar y respetar, lo ideal es que la persona que quiere saber su eneagrama lo haga en un taller con personas que se conozcan bajo la asesoría de un guía. Esto, porque lo primero que ocurre es que uno tiene un ideal de lo que quisiera ser como persona y al principio se visualiza de esa manera. Pero a medida que se avanza, la verdadera personalidad va aflorando. No es fácil descubrir quiénes somos, incluso puede llegar a ser doloroso.

El eneagrama hace mirar descarnadamente fortalezas y debilidades. Pero no hay tipos de personalidades mejores que otras, el mundo necesita personalidades distintas. El único peligro al decidir emprender este camino de autoconocimiento está en "responder de acuerdo a cómo nos gustaría ser y no a cómo realmente somos".

En el proceso de desarrollo de la personalidad, el eneagrama postula la existencia de tres centros de energía: la cabeza, el corazón y las entrañas. Y para saberlo se acostumbra a preguntar: ¿qué siento?, ¿qué pienso? y ¿qué hago?
Cada energía tiene un rango de personalidad. De hecho, las personalidades 1, 8 y 9 son energías de las entrañas. El 7, 6 y 5 de la cabeza, y el 4, 3 y 2 del corazón.
Además, también habitualmente recibimos influencias de las alas de nuestro eneagrama, que son las personalidades colindantes. Es decir, podemos ser personalidad 1 pero con características del área 2 y la energía de las flechas 9, 7 y 4.

Pasemos, entonces, a describir los eneotipos:
Eneotipo 1: son personas tranquilas y cuyo temor más grande es a perder la compostura. La peor trampa que se pueden hacer es querer ser perfectos en la vida. Su mayor reto es contener la ira. Evitan la rabia.
Eneotipo 2: son personas amorosas, serviciales, entregadas al mundo. Pero en el fondo su mayor pecado es temer por sus necesidades básicas. Evitan el orgullo.
Eneotipo 3: son personas que jamás van a aceptar que se equivocaron. Y esto se debe a que temen no ser ser eficientes. Están orientados al éxito por sobre todas las cosas. Evitan el fracaso.
Eneotipo 4: sienten que nadie los entiende. La trampa del 4 es que quieren ser auténticos; otra es la envidia. Siempre sienten que los demás son mejores que ellos. Evitan ser comunes y corrientes.
Eneotipo 5: son personas bastante introvertidas y se refugian en el conocimiento. Su mayor pecado es que son avaros con ellos mismos: hablan poco, no se comunican con facilidad. Corresponden al tipo de personas que en reuniones de trabajo no hablan hasta que se les pide su opinión que, por lo general, es brillante. Evitan el vacío consigo mismo.
Eneotipo 6: necesitan sentir seguridad a como dé lugar. Se mueven por el temor y se refugian en el grupo. Evitan salirse de las reglas.
Eneotipo 7: por lo general, son positivos y encantadores. Aparentemente idealistas, siempre le buscan el lado bueno a todo. Su pecado es la gula, en el sentido de ansiar tenerlo todo. Evitan el dolor.
Eneotipo 8: son los justicieros, aquellas personas que siempre están defendiendo lo que piensan. Son valientes y osados. Evitan la debilidad.
Eneotipo 9: son las típicas personas que nunca se enfrentan al mundo. Su juego es ser los pasivos del equipo, pero su pecado es la indolencia, la pereza. Evitan el conflicto.

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Del mito medieval a la verdad sobre las brujas

El martillo de las brujas: acerca de la Inquisición y la persecución de lo femenino.